Los frutales de hoja caduca entran en fase de reposo con el acortamiento de los días y la llegada del frío, y durante todo el invierno van acumulando una cantidad de horas de frío. Cuando la planta ha recibido el frío suficiente, entiende que se aproxima un clima más benigno y entonces brota y florece, mecanismo conocido como vernalización.
En definitiva, las horas frío son la acumulación de horas por debajo de 7ºC, siendo cada hora de frío una hora por debajo de esa temperatura. La suma de todas ellas permite salir del reposo invernal al frutal, teniendo cada especie y variedad unas necesidades específicas.
Factores que pueden afectar a la acumulación de horas frío:
– Veranos muy cálidos retrasan la entrada en reposo de la planta, las hojas caen más tarde, requiriendo posteriormente acumular más horas frío para la salida de la dormancia.
– Inviernos poco fríos se traducen en que la planta no entra en reposo, lo hace más tarde, o durante menos tiempo del requerido, gastando parte de las reservas energéticas, que luego va a necesitar, en la floración y brotación.
– En sentido inverso, con otoños fríos se consigue un adelanto del reposo, cuanto antes se produce la defoliación, antes sale del reposo.
¿Que ocurre cuando un frutal no recibe las suficientes horas frío?
Los síntomas los observaremos en la brotación y en la floración. Si advertimos un retraso de la brotación, que algunas yemas vegetativas fallan o se caen (común en albaricoquero) y, en general, que el árbol sufre un crecimiento irregular y a veces más vertical, posiblemente estemos ante una falta de frío y el inicio de nuestros problemas.
La floración se retrasa igualmente y se prolonga en el tiempo más de lo habitual, siendo menor el número de yemas de flor y apareciendo incluso flores deformadas. Estamos ante una floración escasa, apreciable a simple vista.
Si, a pesar de lo anterior, observamos frutos que han conseguido cuajar, estos caen prematuramente por falta de nutrientes necesarios para su crecimiento. Los que finalmente se cosechan, son de calibre y calidad inferior, con poco color y firmeza.
Si, a pesar de lo anterior, observamos frutos que han conseguido cuajar, estos caen prematuramente por falta de nutrientes necesarios para su crecimiento. Los que finalmente se cosechan, son de calibre y calidad inferior, con poco color y firmeza.
Todo esto provoca, como es de esperar, una disminución muy importante rendimiento de la producción, proporcional a la falta de horas frío recibidas.
Cálculo de las horas frío.
La acumulación de horas frío se calcula desde la caída del 50% de las hojas, lo que viene a ser a principios de noviembre, hasta unos días antes del desborre de yemas, normalmente a mitad de febrero en zonas templadas (+ 15 d si se trata de zonas frías y -15 d en caso de zonas cálidas).
El dato obtenido lo comparamos con la cantidad de horas frío de la especie que queremos plantar. Dentro de cada especie, hay variedades con importantes variaciones, y en Agrologica vamos a ir publicando los datos que disponemos a nivel de variedad. En el cerezo, la variedad “Early Bigi” requiere de la mitad de horas que una variedad tardía tradicional. En zonas cálidas murcianas el ciruelo japonés se comporta mejor que el europeo al requerir menos horas frío.
Medidas a tomar en caso de falta de horas frío
La elección varietal es lo más importante, pero si con todo esto, existe una falta de horas frío, podemos tomar algunas medidas:
Hasta 2010 se empleaba la cianamida de hidrógeno (nombre comercial Dormex), que servía para inducir esas 100-200 horas frío que muchas veces faltaban. Estos tratamientos se realizaban cuando el árbol había recibido más de la mitad de las horas de frío necesarias, lo cual para hacerlo bien se iban mirando la acumulación de horas frío semanalmente. Si no se disponía de estos datos la época venía a ser sobre mes y medio a dos meses antes de la floración.A día de hoy dicha sustancia está prohibida, y ha sido sustituida por productos a base de calcio o nitrógeno que ayudan a romper el reposo invernal.
Todas las operaciones cuyo fin sea adelantar la caída de hoja, como la defoliación química o el sombreo de la planta empleando agua con cal en aspersión, adelantan la dormancia.
Algunos frutales, si se podan pronto, el periodo de reposo termina antes.
Si dejamos de regar una vez cosechada la fruta, conseguimos el mismo fin.
En días muy calurosos, si mojamos las yemas, estas se enfrían y evitamos que el calor retrase el reposo.
Algunos frutales, si se podan pronto, el periodo de reposo termina antes.
Si dejamos de regar una vez cosechada la fruta, conseguimos el mismo fin.
En días muy calurosos, si mojamos las yemas, estas se enfrían y evitamos que el calor retrase el reposo.
Estas medidas consiguen una entrada en reposo más rápida y, en definitiva, una floración más precoz, pero por otro lado aumenta el riesgo de daños por heladas, si se dan heladas tardías en nuestra zona.